La inmigración de Centroamérica a los Estados Unidos se está incrementando con rapidez. Mucha de esta afluencia no está autorizada. La violencia y la corrupción en Centroamérica está afectando tanto al volumen como al conjunto de los emigrantes actuales, estos son menos educados, con menor probabilidad de hablar inglés. Se enfrentan a un mayor control en las fronteras y en el interior, que los centroamericanos que inmigraban en los años 80 y 90. Ofrecemos recomendaciones de política pública con el objetivo de expandir las maneras para admitir las llegadas de inmigrantes de Centroamérica y, a la vez, regularizar a quienes ya están en los Estados Unidos.
La precariedad es la característica laboral de los migrantes centroamericanos en México. Esto vale tanto para los guatemaltecos con permisos de trabajo temporal que regresan a su país después de una estancia en México, como para los guatemaltecos, salvadoreños y hondureños que residen en territorio mexicano. Este reporte está basado en la Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México (Emif Sur) 2004 - 2013 y en los Censos de Población y Vivienda de 2000 y 2010.
Infecciones respiratorias y gastrointestinales, deshidratación, así como traumatismos derivados de accidentes, son algunos de los padecimientos más frecuentes de los migrantes centroamericanos irregulares en su tránsito por México, quienes son percibidos como un riesgo para la salud de la sociedad.
La migración no es un proceso lineal y progresivo. Los migrantes ajustan estrategias y cambian planes de acuerdo a las barreras y oportunidades que van encontrado durante su camino, en un proceso lleno de matices. Así, un lugar de tránsito puede convertirse en un sitio de destino y una estancia temporal puede volverse permanente. Presentamos el caso de hondureños cuyo plan original era o sigue siendo llegar a Estados Unidos, situados en dos puntos clave de la ruta migratoria: los estados de Chiapas y Veracruz.
El volumen de migrantes centroamericanos en tránsito irregular por México hacia Estados Unidos, provenientes principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador —el denominado Triángulo Norte de Centroamérica (TNCA)— se ha elevado considerablemente en los últimos tres años, hasta llegar a unos 392 mil desplazamientos en 2014, muy cerca de su máximo histórico alcanzado en 2005. El flujo actual casi triplica su promedio anual entre 2008 y 2011, que fluctuaba alrededor de los 135 mil eventos por año.