La inmigración de Centroamérica a los Estados Unidos se está incrementando con rapidez. Mucha de esta afluencia no está autorizada. La violencia y la corrupción en Centroamérica está afectando tanto al volumen como al conjunto de los emigrantes actuales, estos son menos educados, con menor probabilidad de hablar inglés. Se enfrentan a un mayor control en las fronteras y en el interior, que los centroamericanos que inmigraban en los años 80 y 90. Ofrecemos recomendaciones de política pública con el objetivo de expandir las maneras para admitir las llegadas de inmigrantes de Centroamérica y, a la vez, regularizar a quienes ya están en los Estados Unidos.